martes, 1 de noviembre de 2011

La catedral gótica



El arte gótico inicia su desarrollo en Francia durante el siglo XIII. Su máximo exponente serán las catedrales, lugar donde tenía su cátedra el obispo. En su frente principal podemos apreciar la estructura de tres naves que se desarrolla en el interior, reflejada en las diferentes portadas. En la zona central nos encontramos con un rosetón decorado con espectaculares vidrieras. Las elevadas torres que coronan el edificio aportan una mayor elevación a la de ya de por sí esbelta silueta de la catedral.
Para trasladar las presiones de la estructura al suelo los arquitectos góticos utilizan los arbotantes, especies de arcos que descansan en ligeros contrafuertes. Sobre el arbotante se sitúa el pináculo que otorga mayor esbeltez y sirve para ayudar en la distribución de las presiones. Entre los contrafuertes se colocan las ventanas donde apreciamos los arcos apuntados que caracterizan este estilo, que con su forma de punta de lanza aportan también mayor esbeltez a la construcción. Coloristas vidrieras cierran estas ventanas donde se presentan programas iconográficos de gran belleza.
En la zona de la cabecera observamos la mayor altura de la nave central y los arbotantes de descarga, más cercanos debido a encontrarnos en un espacio circular por donde discurre la girola que rodea el altar mayor del templo.

(De Artehistoria)

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